Por cierto, mención aparte merece la inconmensurable labor al frente de la Federación de nuestro 'presi' Miguelín, al que le hicimos entrega de un obsequio como símbolo de afecto y agradecimiento... Hasta el punto de que casi convierte la comida en un culebrón venezolano lacrimógeno.
En cualquier caso, todos debemos aprovechar las vacaciones estivales -Palacios, vuelve a dejarte barba- para recargar las pilas y regresar la próxima campaña con energías renovadas, y es que mucho tendremos que empujar para que el equipo vuelva a codearse sin complejos con los grandes de la Liga.
